Lo que conocemos por motivación, fuerza de voluntad, tesón, tenacidad o constancia es sin duda alguna la parte más importante en un proceso de adelgazamiento y curiosamente a la que menos se le suele dar el tratamiento que merece.
Algunas dietas milagro como la Atkins, la Dukan o la Paleolítica directamente ni hablan del tema, no combaten la ansiedad ni la compulsividad al comer, incluso la fomentan con eso de que puedes ingerir la cantidad que quieras pero fundamentalmente proteínas. Usan un truco de prestidigitador barato que a estas alturas ya es bastante conocido, el cuerpo se satura de tanta proteína provocando un descenso momentáneo del apetito que hace que reduzcamos las ingestas de alimentos y por ende de calorías. Entramos en un aporte calórico inferior al necesario y por eso bajamos de peso, pero cuando volvemos a comer de forma normal lógicamente lo volvemos a recuperar produciéndose el famoso efecto YO-YO, en el que se sube lo bajado y normalmente algo más.
Para afrontar un proyecto de cambio de hábitos de vida, adelgazando con garantías de éxito, lo primero que debemos analizar se resume con una serie de sencillas preguntas:
Algunas dietas milagro como la Atkins, la Dukan o la Paleolítica directamente ni hablan del tema, no combaten la ansiedad ni la compulsividad al comer, incluso la fomentan con eso de que puedes ingerir la cantidad que quieras pero fundamentalmente proteínas. Usan un truco de prestidigitador barato que a estas alturas ya es bastante conocido, el cuerpo se satura de tanta proteína provocando un descenso momentáneo del apetito que hace que reduzcamos las ingestas de alimentos y por ende de calorías. Entramos en un aporte calórico inferior al necesario y por eso bajamos de peso, pero cuando volvemos a comer de forma normal lógicamente lo volvemos a recuperar produciéndose el famoso efecto YO-YO, en el que se sube lo bajado y normalmente algo más.
Para afrontar un proyecto de cambio de hábitos de vida, adelgazando con garantías de éxito, lo primero que debemos analizar se resume con una serie de sencillas preguntas:
¿Por qué queremos hacerlo?
¿Cuál es nuestra verdadera motivación?
¿Qué horizonte temporal nos fijamos?
¿Qué es lo que realmente estoy en disposición de hacer para adelgazar?
Si lo que quieres es bajar de peso porque no te cabe el traje o vestido que quieres lucir en un determinado evento, o porque te da vergüenza estar tan gordo y quieres ligar este verano, sentimos decirte que una vez haya pasado el evento, el verano o encuentres la pareja que te propusiste, volverás a las andadas y mucho nos tememos que recuperarás de nuevo el peso perdido.
Son objetivos a corto plazo promovidos por unas causas exclusivamente estéticas, son pura vanidad, serían causas muy poderosas si nuestra personalidad estuviera marcada por un carácter muy narcisista. Si te fijas toda persona narcisista cuida su imagen y su físico hasta donde haga falta llegar, esa es su naturaleza y normalmente siempre están impolutos e impecables. Si ese no es nuestro caso o nuestro nivel de narcisismo es mucho más bajo, las motivaciones estéticas no serán efectivas para un mantenimiento a largo plazo.
Bajar de peso es una de las cosas más fáciles de hacer, todos hemos bajado de peso alguna vez o muchísimas veces. Lo realmente difícil es mantener el peso alcanzado, la verdadera esencia de su dificultad radica en que el planteamiento del objetivo históricamente ha sido equivocado.
Sabemos de lo que hablamos porque hemos bajado y subido de peso muchas veces, el planteamiento más o menos siempre funciona de la misma manera: Quieres bajar de peso con muchas ganas, te dedicas a comer demasiado poco y hacer mucho deporte, algunas personas cometen la barbaridad de buscar atajos usando pastillas termogénicas, la mayoría son directamente una estafa y otras (las pocas que funcionan) altamente perjudiciales para la salud. Ya puestos también te puedes cortar una pierna y luego al pesarte comprobarás que también has bajado de peso.
Sabemos de lo que hablamos porque hemos bajado y subido de peso muchas veces, el planteamiento más o menos siempre funciona de la misma manera: Quieres bajar de peso con muchas ganas, te dedicas a comer demasiado poco y hacer mucho deporte, algunas personas cometen la barbaridad de buscar atajos usando pastillas termogénicas, la mayoría son directamente una estafa y otras (las pocas que funcionan) altamente perjudiciales para la salud. Ya puestos también te puedes cortar una pierna y luego al pesarte comprobarás que también has bajado de peso.
Hay gente a la que le da por fumar porque dicen que adelgaza, la nicotina es la droga que más engancha convirtiéndose en una de las mayores causas de muertes evitables en el mundo junto con la obesidad, además seguro que todos conocemos muchísimos fumadores obesos, con lo que este tipo de argumentaciones no dejan de ser meramente tonterías. Si bien la mayoría de fumadores que dejan el tabaco engordan porque no canalizan adecuadamente la ansiedad y lo hacen comiendo compulsivamente, hablaremos de este asunto en un futuro post.
La mejora estética será una consecuencia positiva de hacer una vida sana y saludable pero nunca debe ser nuestro objetivo, no queremos bajar de peso simplemente por estar más atractivos, sino por salud y encontrarnos bien con nosotros mismos. Esto encima conlleva que ante el espejo estarás mejor que nunca, pues bienvenido sea, pero no debe de ser la principal motivación que nos mueva porque no sería consistente en el tiempo.
Nuestra motivación ha de ser la correcta para que nuestra bajada de peso sea definitiva, ni siquiera duradera en el tiempo, sino simplemente para siempre, para toda la vida.
Un aspecto fundamental por el que tarde o temprano acaban fracasando todas las dietas, es porque son percibidas como algo momentáneo y temporal. Cuando se logra bajar de peso aunque sea mucho uno se percibe como una persona diferente, ya no es gorda sino flaca, entonces cree que puede volver a los malos hábitos alimenticios de antes sin problema, porque ya no es una persona gorda, deja de hacer ejercicio porque ya no hace falta, entonces ocurre lo que tiene que ocurrir, empieza a subir de peso sin darse o dándose cuenta hasta recuperar el peso original y algo más de propina. Si quieres que tu motivación y planteamiento sean los correctos, tienes que percibir esos cambios de hábitos alimenticios y deportivos como algo que harás el resto de tu vida, si consigues llegar a ver esto claro entonces triunfarás.
Al igual que los de alcohólicos anónimos en ningún momento se ven como no alcohólicos, jamás debes verte como alguien que no debe vigilar su peso, las dietas fracasan, los buenos hábitos alimenticios no.
Fuentes:
Imagen 1 de freedigitalphotos.net by David Castillo Dominici
Imagen 2 de freedigitalphotos.net by Ambro
Compartimos la misma manera de pensar... me gusta mucho su blog, estoy tratando de leer todos sus post. Mayra
ResponderEliminarGracias Mayra, nos alegramos de que te sirva de ayuda. Mucha gente nos está diciendo lo mismo y eso también nos ayuda mucho a nosotros para seguir compartiendo toda la información que tenemos.
ResponderEliminarcuando leo éstas frases, te diría que me siento avergonzada, ya que no tengo fuerza de voluntad me siento muy mal pero en el momento de comer no tengo conducta, no grandes cantidades si no me alimento mal, y no me preocupa tanto lo fisico si no mi salud, tengo 63 años y siempre fallo en algún momento, tengo hipotiroidismo y me cuesta mucho la actividad física, me siento muy cansada, y cada vez gano más peso, mido 1.65 y estoy pesando 90 kg, es la primera vez que leo su blog, espero que sus consejos me ayuden.
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