La diferencia caloríca entre cerveza con alcohol y sin alcohol para perder peso o mantenerlo.
Muchas veces estamos en bares o restaurantes e incluso en casa y se te apetece algo que no sea agua, una buena opción antes que cualquier refresco lleno de químicos y además con mucho azúcar ( para ver la cantidad de azúcar en los refrescos pincha en este artículo) es una cerveza.
Ha sido parte de nuestro consumo desde hace 8000 años por sus innumerables propiedades. Cabe destacar su alto contenido en antioxidantes naturales los cuales previenen el riesgo de las enfermedades asociadas al estrés oxidativo.
Las sustancias con actividad antioxidante presentes en la cerveza provienen principalmente de las materias primas empleadas en su elaboración. Concretamente, los polifenoles de la cerveza proceden esencialmente de la cáscara de la cebada y del lúpulo, y las melanoidinas proceden del malteado. Igualmente, hay que destacar otros componentes que directa o indirectamente contribuyen a esta actividad antioxidante, como determinados carbohidratos que actúan como azúcares reductores y ejercen una actividad antioxidante, al menos desde un punto de vista químico, y vitaminas del grupo B y ácido fólico, que proceden de la malta y cuya concentración suele aumentar durante la germinación de la cebada.
Los estudios han demostrado que una cantidad moderada de alcohol puede ser beneficioso para nuestra salud, pero, por desgracia, también es fuente concentrada de calorías y la cerveza no es una excepción.
Las cervezas con bajo contenido o nada de alcohol tienen menos calorías, ya que no contienen las calorías del alcohol.
Puedes verlo mejor en esta infografía:
Este es el ejemplo de que con una simple acción podemos rebajar la consumición de calorías y permitirnos además disfrutar de ella. Tú decides.
Un par de copas de vez en cuando puede ser perfectamente aceptable en una alimentación saludable, sin embargo, para evitar el aumento de peso no deseado con el tiempo también puedes compensar lo que ingieres tal como hemos visto en este post.
Fuentes:
http://www.elsevier.com/books/beer-in-health-and-disease-prevention/preedy/978-0-12-373891-2
Imagen 1 de freedigitalphotos.net by Idea go
Muchas veces estamos en bares o restaurantes e incluso en casa y se te apetece algo que no sea agua, una buena opción antes que cualquier refresco lleno de químicos y además con mucho azúcar ( para ver la cantidad de azúcar en los refrescos pincha en este artículo) es una cerveza.
Ha sido parte de nuestro consumo desde hace 8000 años por sus innumerables propiedades. Cabe destacar su alto contenido en antioxidantes naturales los cuales previenen el riesgo de las enfermedades asociadas al estrés oxidativo.
Las sustancias con actividad antioxidante presentes en la cerveza provienen principalmente de las materias primas empleadas en su elaboración. Concretamente, los polifenoles de la cerveza proceden esencialmente de la cáscara de la cebada y del lúpulo, y las melanoidinas proceden del malteado. Igualmente, hay que destacar otros componentes que directa o indirectamente contribuyen a esta actividad antioxidante, como determinados carbohidratos que actúan como azúcares reductores y ejercen una actividad antioxidante, al menos desde un punto de vista químico, y vitaminas del grupo B y ácido fólico, que proceden de la malta y cuya concentración suele aumentar durante la germinación de la cebada.
Los estudios han demostrado que una cantidad moderada de alcohol puede ser beneficioso para nuestra salud, pero, por desgracia, también es fuente concentrada de calorías y la cerveza no es una excepción.
¿Son todas las cervezas iguales en términos de calorías?
Las cervezas con bajo contenido o nada de alcohol tienen menos calorías, ya que no contienen las calorías del alcohol.
- La diferencia de ellas es muy notable, el promedio de consumición según las estadísticas es 1 al día.
- Considerando que una cerveza con alcohol tiene en 100 ml 48 calorías y una sin alcohol 20 calorías, en una consumición media de 200 ml tiene 96 calorías con alcohol y 40 sin alcohol.
- Esto al cabo de la semana sería de 672 calorías para la que contiene alcohol y 280 para la sin alcohol.
- Al cabo de un año tendríamos una diferencia entre una y otra de 20384 calorías equivalente a 84 horas de gimnasio.
Puedes verlo mejor en esta infografía:
Este es el ejemplo de que con una simple acción podemos rebajar la consumición de calorías y permitirnos además disfrutar de ella. Tú decides.
Un par de copas de vez en cuando puede ser perfectamente aceptable en una alimentación saludable, sin embargo, para evitar el aumento de peso no deseado con el tiempo también puedes compensar lo que ingieres tal como hemos visto en este post.
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| Cómo compensar las bebidas alcohólicas con ejercicio |
Fuentes:
http://www.elsevier.com/books/beer-in-health-and-disease-prevention/preedy/978-0-12-373891-2
Imagen 1 de freedigitalphotos.net by Idea go
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