Análisis de las carnes procesadas: de qué están compuestas, ¿son malas para la salud?
Entendemos por carnes procesadas todo producto manufacturado y normalmente altamente procesado que se basan en carnes como la de vaca, cerdo, pavo o pollo, aunque a veces de esto tienen más bien poco.
Entendemos por carnes procesadas todo producto manufacturado y normalmente altamente procesado que se basan en carnes como la de vaca, cerdo, pavo o pollo, aunque a veces de esto tienen más bien poco.
Han invadido nuestras neveras y vidas de una forma asombrosa en poco tiempo, las vemos como algo natural e incluso saludable como es el caso de los embutidos de pavo por ejemplo, aunque de pavo solo tengan un 40%, el resto de su composición está formada por una amalgama de ingredientes que poco o nada tengan que ver con una alimentación saludable. Algunos ejemplos de estos productos podrían ser hamburguesas, salchichas, embutidos varios, pasteles de carnes, etc.
Vamos a analizar la composición de una típica salchicha como representante de este tipo de productos.
Ingredientes: carne separada mecánicamente de pollo, pavo y cerdo, tocino, cortezas de cerdo, agua, fécula, sal, azúcar, antioxidante (E-316), estabilizadores (E-412, E-451), especias, aroma de humo, conservador (E-250).
La carne separada mecánicamente hace alusión a las partes que se han desechado en los cortes previos de un animal por estar demasiado pegadas al hueso, son las peores piezas del animal y la mayor parte de las veces en peor estado, como se puede ver en este video.
La grasa que posee una salchicha normalmente se obtiene del tocino de cerdo, o sea grasas saturadas perjudiciales para la salud y que normalmente representan entre el 20% y 40% del producto a la que se le añaden cortezas de cerdo y agua, se adereza con sal y azúcar para camuflar semejante bazofia y se completa el proceso con el añadido de una retahíla de aditivos, conservantes, aromatizantes, edulcorantes y colorantes que al final consiguen el objetivo de que el producto te parezca hasta bueno.
Nuestro organismo reacciona positivamente ante las grasas, la sal, el azúcar, los colores vivos en los alimentos conseguidos a base de colorantes, los aromas artificiales, etc. No podemos hacer nada contra eso, los fabricantes lo saben y lo explotan, solo tenemos un arma para defendernos, usar la cabeza y rechazar estos productos cambiándolos por otros más saludables.
Estos alimentos suelen ser ricos en grasas saturadas, con su negativa consecuencia en la obesidad que nos provocan y en el deterioro para nuestra salud que esto conlleva.
Están acompañadas de excesiva sal que es mala para la circulación y el sistema cardiovascular.
Las nitrosaminas que se usan para evitar las bacterias son cancerígenas, ya puestos prefiero las bacterias y que el producto se descomponga antes teniendo una menor durabilidad a que me dure tres años a base de conservantes cancerígenos.
La respuesta es simple, dejar de consumirlas. Al principio y a bote pronto puede dar la impresión de ser una decisión demasiado tajante y radical, nos parecerá un gran cambio, pero no lo es tanto.
Hace pocos años nosotros también comíamos todo tipo de carnes procesadas y embutidos en todas sus múltiples variantes. Poco a poco fuimos cambiando nuestros hábitos alimenticios, si queremos pavo comemos pavo, 100% pavo natural, no un sucedáneo en forma de embutido que de pavo tan solo tenga un 40% o un 60% y si nos apuras en el mejor de los casos un 80% y el resto lo conformen harinas, almidones, azúcares, colorantes, conservantes y el resto de elementos indeseables que tienen este tipo de productos.
Descubrirás un mundo de productos naturales, sabores reales de comida de verdad, sin aderezos antinaturales como el azúcar en las carnes que lo único que pretenden es camuflar los malos sabores u olores de las porquerías de bajísima calidad que te quieren vender. Una vez que cambias de mentalidad se convierte en un proceso irreversible, sin vuelta atrás.
Fuentes:
Imagen by Ironchefbalara
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