La palabra anaeróbico significa vida sin aire, viene del griego an (sin), aer (aire) y biós (vida). En el tema que nos ocupa, esta palabra viene a definir el tipo de ejercicio que no utiliza el oxígeno para obtener la energía necesaria para realizarse. Son actividades de alta intensidad como carreras cortas a gran velocidad o sprint, levantamiento de pesas, hacer abdominales y cualquier actividad que requiera un alto nivel de esfuerzo durante un periodo corto de tiempo.
Antes de realizar cualquier ejercicio anaeróbico es conveniente hacer un calentamiento aeróbico con el fin de preparar los músculos para los esfuerzos intensos a los que los vamos a someter. Igualmente es necesario después de realizados hacer una buena sesión de estiramientos y relajación muscular con el fin de evitar lesiones y dar al cuerpo los estímulos necesarios para que crezcan de forma correcta.
¿De dónde obtienen los músculos la energía necesaria para ejecutar los ejercicios anaeróbicos que les pedimos?
La masa muscular utiliza en un primer momento la glucosa que se encuentra en la sangre, una vez agotada esta se apoya en el glucógeno almacenado en los propios músculos, a continuación usan las reservas de glucógeno del hígado y por último utilizan las propias proteínas para alimentarse.
El músculo se come a sí mismo, se descomponen las proteínas que conforman las fibras musculares en los aminoácidos y a partir de ahí el cuerpo usa esos aminoácidos para generar glucosa y ácido láctico. Para disolver este ácido láctico es bueno después de las pesas hacer algo de ejercicio aeróbico para hacer fluir más sangre a los músculos afectados, oxigenándolos y reparándolos mejor.
El músculo se come a sí mismo, se descomponen las proteínas que conforman las fibras musculares en los aminoácidos y a partir de ahí el cuerpo usa esos aminoácidos para generar glucosa y ácido láctico. Para disolver este ácido láctico es bueno después de las pesas hacer algo de ejercicio aeróbico para hacer fluir más sangre a los músculos afectados, oxigenándolos y reparándolos mejor.
Toda nuestra masa muscular se fortalece y se desarrolla, el cuerpo en general se encuentra más tonificado, todo esto repercute en un mejor estado físico y anímico.
Se reduce la cantidad extra de grasa sobrante, no solo debido a las que podemos quemar en el desarrollo de los ejercicios sino a la que gastamos después de hacerlos ya que nuestro metabolismo basal aumenta con los anaeróbicos.
Nos hacen más fuertes y por lo tanto más preparados para hacer cualquier actividad cotidiana en la vida, el simple hecho de transportar unas bolsas de la compra de un supermercado hasta casa o de levantar cualquier carga medianamente pesada se nos facilita si contamos con una musculatura más fuerte.
Cuando estamos en estado de reposo sentados en un sofá o en una silla ante el ordenador, incluso cuando estamos durmiendo los músculos se alimentan fundamentalmente de grasa, entonces con una musculatura más grande, mayor cantidad de grasa será consumida. Son los auténticos quema-grasas del cuerpo humano y uno de nuestros mejores aliados para bajar de peso.
También hacen trabajar al corazón fortaleciendo todo el sistema cardiorrespiratorio, con músculos más grandes necesitamos más sangre que los oxigene, no hay que olvidar que el corazón es un músculo más que se desarrolla con el ejercicio aérobico.
Por último y no por ello menos importante, no debemos olvidar que un hombre o mujer con una musculatura equilibrada, definida y sin grasa siempre resultarán más atractivos.
Fuentes:
Imagen de Freedigitalphotos.net by David Castillo Dominici
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